Podría decir que le tengo miedo al fin del mundo, pero es que a veces, sólo a veces, los finales son buenos. También podría hablar del temor a la oscuridad, pero desde que te conozco mi corazón tiene tanta luz como para hacer desaparecer todas las malas sombras.
Así que nada de eso.
Mi mayor miedo es el olvido. No un olvido cualquiera, sino que me olvides. Que un día despiertes y no recuerdes en que bolsillo metiste ese pequeño nuestro secreto al que llamábamos amor, y abras todos tus armarios y no encuentres rastro de las furtivas miradas que nos ensanchaban las sonrisa.
Porque me da igual la nada si después de ella apareces tú mas...si me olvidas...si no te acuerdas...¿qué será de mi?
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