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viernes, 20 de mayo de 2016

Mejor que todo

Inevitablemente te quiero,
te quiero hasta sin quererlo
porque eres mi vida.
Tu y yo bajo las sábanas,
como cuando haces que arda Troya
entre mis piernas.
Como cuando hago navidad
entre las tuyas.
Ni el mismísimo infierno desprende tanto calor
como nuestros sudados cuerpos
después de hacer el amor.
Corramos juntos para alcanzar al amor
hasta que nos demos cuenta de que este
va siempre un paso por delante.
Mejor así,
tu eres mejor que el amor
y que todo.

Escribí

Escribo para escuchar el rasgueo del boli sobre la hoja.Escribo sobre ti, para que vivas, al menos en mi mente. Escribo para expresar.Escribo para soñar. Escribo para no ahogarme de recuerdos. Escribo pra vaciarme y dejar hueco. Y huella. Escribo para soltar penas. Escribo para rememorar alegrías. Escribo lágrimas. Lo escribo para no gritarlo. Escribo para esos que se fueron para no volver. Escribo para los que se quedaron. A veces escribo, escribo sólo para no morirme.

domingo, 8 de mayo de 2016

Ludópata

Saliste con ventaja, con tu dado que sólo saca seises. Como en las cartas, que siempre parece que son mías, hasta que sacas el as que te guardas entre los labios. Vas de escalera en escalera, haciendo rabiar al azar, mientras yo sólo bajo por las serpientes.


Al final caí en la cuenta de que da igual el juego, que tu eres el que gana siempre, porque te los sabes todos. De tantas veces que jugaste, hasta con los ojos cerrados te salen las trampas.


Pero algún día perderás tu dado, y en los labios no te quedarán más que besos muertos. Entonces la suerte te cobrará todos los engaños. Hipotecarás tu corazón, porque hay cosas que el dinero no puede pagar. Algún día...

sábado, 23 de abril de 2016

Lágrimas

Uno de los mayores misterios del ser humano, lo crean o no. es llorar. Esa cosa tan simple, considerada socialmente como un símbolo de debilidad, es un fenómeno increíble. Porque la función programada del cristalino, la única, es hidratar los ojos. Así que a ver a que viene esto, que cada vez que te pienso, los ojos se me inundan y, por más que lo intento, no puedo frenarlo. Es un instinto que nos hace humanos. Es como un grifo que se abre con los excesos: de alegría, de tristeza...de ti. Que no sabes como me dueles. A veces creo que al llorar no sólo  caen las lágrimas, sino también los miedos y las penas. Sale todo afuera, dejando hueco para nuevas.

Presidenta de tu cuerpo

Apruebo la moción que dictan tus dedos cuando me recorren la espalda. Estoy de acuerdo con la ley que prohíbe que cualquier otra te mire como yo te miro, es decir, con el corazón.

Así que si me votas prometo cuidarte como una reliquia de un museo, pero no de la misma forma, porque los tesoros de allí no se tocan, en cambio a ti, mi tesoro, pienso acariciarte hasta que se te caigan las pieles todas, dejando al descubierto lo que escondes.



Ganaré las elecciones de tu cuerpo sólo para ver la cara de orgullo que me pones siempre que venzo. Y una vez sea elegida, juraré lealtad sobre tu cama para todas las noches que pasemos soñando juntos. Mediré a besos la distancia que separa tus lunares y haré de ella la medida internacional del deseo de tenerte.


Me acojo a la quinta enmienda intentando inevitablemente no caer esclava de tus labios.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Cartas del futuro

Quería escribirte sobre todas las cosas que nos dijimos, sobre si las olvidaste o sobre si ya se las prometiste a otras. Quería contar otra vez los besos que me dabas siguiendo el camino de mi clavícula a la boca. Hablarte de todos los días felices que pasamos, y a ver los que recuerdas, a ver cuales son los que no borraste con botellas.


Sin embargo, tus ojos vidriosos te delataron ayer, y fue así como descubrí que todavía me echas de menos. Vi, por la forma en que caminabas, que el alcohol te había hechos ya efecto y, mientras susurrabas mi nombre como una amarga letanía, caí en la cuenta de que no debía escribirte sobre nada de eso, pues ya lo sabes de sobra. Te escribiré, no sobre lo que nos pasó, sino sobre lo que no pasó.


Sobre todas las pelis que íbamos a ver tumbados en el sofá de tu casa, al calor de las mantas y al nuestro propio. De todas las escapadas que haríamos los fines de semana que el sol nos permitiera. De la de veces que discutiríamos porque yo insistiría en ir a un sitio de determinado y me enfadaría si no fuéramos pero, a pesar de todo, realmente me habría dado igual porque cualquier lugar contigo, se vuelve paraíso


Así que ojalá esto te duela tanto como a mi, ojalá que sientas un poco de lo que sentí yo: échame de menos, cabrón, que echarme de tu cama por otra te fue demasiado fácil.

jueves, 24 de marzo de 2016

A 200 por hora

 Alzo el vuelo tan veloz
a lomos de tu sonrisa,
no es nada precoz
que te diga que te quiero
si verdaderamente lo siento en el momento de pronunciarlo.


 Los árboles pasan a toda hostia
pero créeme cuando te digo que nada
repito: nada
va más rápido que el tiempo cuando estoy a tu lado,
y da igual si es tomando un helado
o acariciándonos.


 Me agarro fuerte a tus brazos
no vaya a ser que me caiga
de tan deprisa que vamos
una vez unidas nuestras manos.


 El viento juega con mi pelo
parece querer imitar esos momentos
en que me lo alisas con los dedos
con tanta dulzura,
que si cierro los ojos
casi puedo sentir que es el mismísimo Dios
quien me lo peina.


 E íbamos así,
tan libres, tan locos, tan humanos,
que nos dimos de bruces contra el muro,
el de la realidad.