No alcanzo a entender estas nuevas modas de los rotos y los descosidos en la ropa. Yo estuve rota y no me hizo mucha gracia. Sin embargo ahora las personas caminan por la calle con vaqueros que enseñan su delicada piel posiblemente llena de cicatrices. Les gusta parecer rotos. A izquierda y derecha, gente mostrando sus golpes a través de sus deshilachados pantalones.
Si de mi dependiera, llenaría la carne de capas y capas de piel con la esperanza de disimular todos mis rotos. Para esconderlos a ver si desaparecen; y si me caigo y se vuelven a romper, los remendaría. Porque, ¿ quién querría estar roto teniendo hilo para coserse?
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